tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres.
Sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro.
Te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota.
Te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía.
Pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca
creas este falso abandono.
Estaré donde
menos lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos.
Estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra.
Estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen.
Y ojalá pueda estar
en tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.
Gracias por tu simpleza,
por tu profunda emicionalidad,
por tu comprometido latinoamericanismo.
Gracias por mostrarme las puertas del cielo,
donde descansaras divulgando ironia, esperanza y amor
a los angeles que te esperan.
Descanda que tu tarea seguira en tu poesia que ya es eterna.