Sigo percibiendo emociones encontradas. La sola idea de reencontrarme conmigo, con mis antiguos fantasmas, revive ese inexplicable sentimiento. Esa irracional atracción. Ese irracional coqueteo que no termina, que no se logra evitar. La sonrisa nerviosa, lleva implícito aquel deseo mutuo de probarse, aunque no corresponda al racional sentimiento.
Doy cuenta de sangramientos activos, de heridas cerradas pero convalecientes de dolor. Sin embargo doy cuenta también de ser más grande, de que las heridas ya no duelen, más bien tienden a cerrarse cuando mi mirada se cruza con la tuya. Todo va bien. Todo fluye por mi alma como la claridad del amanecer de verano. Sigo siendo el mismo, siento ser el mismo. Aquel muchacho soñador, amador de pasiones, eterno revolucionario de las causas sociales. Mi conciencia política y social no cambia. La vida te enseña a colocarte cada vez más armaduras para soportar los embates de los mediocres. Pero también para resistir aquellos ataques inconcientes de ustedes, las mujeres. Siempre buscando a aquel amor, ese soñado o inentendible, que a veces creo que es más hacia ustedes más que a la imagen masculina clásica.
Que la vida no es sólo poesía. La vida esta llena de esos tonos azules y crueles, que se transforman en aquel rojo pasional que te entrega aquella que amas al momento, que grita por una oportunidad de amarte en su bizarra forma de sentir el amor. Comprenderla no es compasión, no genera límites y no te hace madurar emocionalmente. Entenderla y acariciarla te hace entrar nuevamente en ese pasional romance del que escapaste. De ese miedo que no logro explicar. Pienso en que se llena la boca pidiendo un amor que ya tiene y no quieren aceptar. Mira con disimulo, esperanzada en hacer de sus encantos las maniobras necesarias para complacer a un hombre que no tiene culpa de ser hombre cuando pasa por tus labios. La vida no es la poesía de colores que quieres hacer de tus conquistas. El amor no te hace daño, amor mio. No te deja suspirar cuando se necesita, pero no te daño si logras capturar el sentido que tiene perseguirlo, cueste lo que haya costado.
El amor no limita, sino por el contrario de abre el mundo al pensar de a dos, te invita a soñar el mañana con mundos diferentes compartidos. Pero no te limita. La mal entendida soledad necesaria no es la enemiga del ser dos unidos en un uno. Al contrario es la cuota de esencia que nos queda al entregarse al otro. Necesaria por lo demás. La tremenda paradoja que te insta a buscar en tu planeta al hombre que te seque la boca, es paradoja para tu sentido común y personal, pero por sobre todo para aquel masculino que haga el sacrificio de aceptarte. Y eres aceptada, como otra más de las diosas de este mar, tu mar. Y eres afrodita en todas sus lunas; Bella, Segura, Confiada, Divertida, Amada. Vacía.
Que decir, luego de todo lo dicho. Que hacer después de todo lo hecho. Volver a amar como te ame. A quien sea, pero volver a amar como se amo. Buscar en otras esos besos que se olvidaron en el desamor de la falta de caricias. Que se ahogaron en el mar extenso del eterno crecer en el arte de amar. La historia, esta historia tiene tantos comienzos y términos. A mi entender tan solo ha tenido un comienzo y el término esta distante en nuestras vidas. No se como ni cuanto, no se bajo que circunstancias, no se bajo que miradas, no se con que consecuencias. Lo que se es que no tengo daño, no voy a ser nuevamente dañado. No permitiré nuevamente un daño. Porque tú ya no dañas. Porque ahora, tu y yo, estamos al mismo nivel de desamor.
