Estaba el Trauco mal parado, en la esquina de mi barrio, ahí donde dobla el viento y se cruzan los atajos. Al lado de el estaba la Fiura, con una botella en la mano. Me miraba de reojo y se reían por lo bajo.
Y yo, que esperaba a la de siempre, al otro lado de la calle del otoño en una noche de bufanda que me encontró desvelado entre dientes, oí a la Fiura que decía: "Cuantas veces se abra escapado como una laucha arranca del gato y esta noche que no cuesta nada, ni siquiera voy fatigarme, podemos llevarnos un cordero con solo cruzar la calle".
Yo me escondí tras la niebla y mire al infinito a ver si llegaba ella, que nunca iba a venir.
Mientras seguia el Trauco mal parado, en la esquina de mi barrio, al lado de el estaba la Fiura, con una botella en la mano.....
Y temblando como una hoja me cruce para encararlos, y le dije: "me parece que esta vez me dejaron bien plantado". Les pedí fuego y del bolsillo saque un papel en donde enrolle una rama pa´convidarlos. Y bajo un árbol del otoño nos quedamos conversando. Me contaron de sus vidas, sus triunfos y sus fracasos, de que el mundo estaba loco y hasta el mar habia sido comprado.
Ahí me di cuenta que más miedo que ha ellos dos, me daba el propio ser humano. Yo ya no esperaba a nadie y entre las risas del aquelarre, el Trauco y la Fiura se me fueron amigando.
Ahí donde dobla el viento y se cruzan los atajos. Ahí donde brinda la vida.
En la esquina de mi barrio.
2 comentarios:
esto se presentará como uno de los papeles para la beca?
“Me contaron de sus vidas, sus triunfos y sus fracasos, de que el mundo estaba loco y hasta el mar había sido comprado…” Entonces fue tiempo ganado a la demora.
Miedo al ser humano, y miedo al miedo, y siempre la dulce espera de alguien o algo que no vendrá… ¿ Y qué mejor lugar para aguardar que allá donde dobla el viento y se cruzan los atajos?
Un texto para el deleite, Gonzalo
Saludos
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